En lo que se refiere a la alimentación de los pequeños de la casa, los papás deben considerar diversos factores: la calidad de los alimentos, la variedad de los nutrientes, la forma en que se presentan a los niños… y el horario en que se come.
Se ha comprobado que alteraciones en el horario de las comidas puede conducir a la obesidad.
Según investigaciones de diversos especialistas, alterar los horarios de las rutinas más importantes (sueño, actividad física, alimentación…) puede conducir a cambios en el reloj biológico y alteraciones en el metabolismo de los niños.
En concreto, las alteraciones en los horarios para comer pueden llevar a alteraciones en el metabolismo de la glucosa y de las grasas que pueden conducir a la obesidad.
Nuestro organismo responde por medio de estímulos externos a lo que sucede y tiene diversas conductas: en cada célula tenemos un “reloj” que trabaja en ciclos de 24 horas. Una de sus funciones más importantes: administrar el metabolismo de la glucosa y de las grasas.
Según los estudios de diversos especialistas, alterar los horarios en que habitualmente se come, afecta al reloj biológico llevando a producir el llamado síndrome metabólico.
Cuando las células notan que el cuerpo no recibe alimento en sus horarios habituales, intentan compensar la falta de fuentes de energía para el organismo, y liberan a la sangre glucosa, colesterol y triglicéridos: grasa y azúcar para que el cuerpo obtenga energía.
Consejos para un desayuno rápido
- Ponga un desayuno balanceado en su rutina matutina para que usted consuma más de los nutrientes esenciales para una buena salud.
- Para muchas familias, el desayuno puede ser un momento divertido para comer juntos cuando las tardes están ocupadas con actividades extraescolares y otros eventos.
- Desayunar en el trabajo para liberar tiempo en casa
- Elija una comida sana y equilibrada para su viaje matutino: una tostada integral con mantequilla de nueces y un trozo de fruta es rápida, sencilla, deliciosa y nutritiva.
- Ahorre tiempo haciendo el desayuno la noche anterior:
- Un batido con leche descremada, yogur griego natural o leche de almendras o de soja sin sabor; ½ taza de fruta fresca o congelada, y 2 tazas de verduras.
- Disfrute de la avena de la noche a la mañana que endulza con fruta en lugar de azúcar; agregue nueces o mantequilla de nueces para obtener más proteínas.
- Hornee panecillos de huevo en su día libre, congélelos en porciones individuales y recaliéntelos rápidamente en los días de mucho trabajo.
Cuando finalmente se ingiere alimento, como la sangre está saturada de grasa y azúcar, el organismo envía los lípidos que se han ingerido al almacenamiento y deja de procesar los azúcares. De manera que se crea más tejido adiposo y se elevan peligrosamente los niveles de azúcar, lo que puede llevar, además de la obesidad, a la aparición de la diabetes tipo 2.
Nuestro consejo: hay que mantener los horarios de la comida familiar con rigor.